El entrenador esquinense, responsable importante en el equipo que se erigió en revelación del certamen, analizó de forma positiva el debut en la tercera categoría. “Tras el receso, el equipo entendió, tuvo compromiso y le jugamos de igual a igual a todos”, cerró.
Del no menor objetivo de mantener la categoría en el Torneo Federal de Básquetbol, Santa Rita de Esquina pasó a disputar los cuartos de final de la instancia regional, resignando la chance de seguir avanzando en la competencia en un tercer y decisivo juego ante Brown de San Vicente, que ganó el desempate 55-51 en suelo santafesino y marginó al único representante correntino en la ex Liga Nacional “B”.
Claro que para Santa Rita significó dar un paso adelante y que lo ilusiona con vistas al futuro. Uno de los grandes responsables para llegar a este presente fructífero fue Eduardo Schweizer, entrenador del equipo que se erigió como revelación en la temporada 2011/12.
Por eso, a la hora de hacer un análisis el además profesor de Educación Física dijo que cerraron la campaña “mucho más contentos de lo que esperábamos cuando empezamos a armar el plantel allá por agosto del año pasado. De acuerdo al presupuesto que nos fijamos, la meta pasaba por poder mantenerse en la categoría. Éramos el único equipo correntino que iba a participar de la ex Liga B como es este Torneo Federal, entonces buscamos reforzar la base del plantel campeón provincial (título que recayó en Santa Rita) y apuntamos a chicos que tengan ganas de mostrarse y trascender en el ambiente del básquet. Busqué chicos que por ahí no se limiten a llevar los bolsos en la Liga (Nacional), sino que apuesten a jugar 20, 25 minutos y 30, 35 partidos en el (Torneo) Federal”.
Y agregó: “De esa forma, el objetivo era pelear con los posadeños, con los de Formosa; intentar ganarle como local a alguno de los equipos chaqueños, que lo veíamos como algo muy difícil. Pero a medida que fue avanzando la competencia nos dimos cuenta que era posible”, en declaraciones radiales a La Mañana (LT7).
Schweizer contó además, que “en la primera fase tuvimos miles inconvenientes dirigenciales (se cambió la conducción en plena temporada), con muchas carencias propios de la inexperiencia. Entonces hubo un “clic” que fue el receso, porque nosotros veníamos con un mal arrastre de la primera fase y antes de empezar la segunda dijimos: ¿qué hacemos, vamos por todo? Sabíamos que era muy difícil porque arrancábamos como 9º junto a Independiente de Santiago del Estero. Pero el equipo entendió, tuvo compromiso y el ir por más significó jugarle de igual a igual a todos, tanto de local como de visitante. Entonces, haber ganado 15 de los 18 juegos en la segunda fase, nos puso en un lugar soñado que eran los playoffs, donde no pensábamos estar pero por suerte nos permitió cumplir una temporada importante y para la provincia, quitando lo que pudo hacer Regatas Corrientes en Liga B, también pudo ser un hecho histórico”.
Acerca de la importancia de hacerse fuerte en Esquina, el DT con experiencia en el seleccionado correntino dijo: “Nuestro primer objetivo era ganar los partidos de local. Pero después nos fuimos dando cuenta que podíamos jugar de igual a igual también afuera. Porque en definitiva esto es básquet y se juega con dos aros y 10 hombres en todos los puntos del país. O sea, por más que te toque ser visitante, en la cancha entraban ellos (los jugadores). Después fuimos mostrando nuestras propias armas y algo fundamental fue superar la lucha de egos, porque todos los chicos fueron figuras de sus equipos en juveniles. Y pasar a entender que había que priorizar el equipo por sobre lo individual, costó pero lo pudimos lograr. De todos modos, fuimos el único equipo que consiguió ganar tres partidos en la gira por el norte argentino, perdimos en suplementario con Hindú Club de Resistencia, ganamos en Las Breñas, en Santiago del Estero... O sea, nos animamos a ganar seguido como visitante”.
Sobre la gran cantidad de presencia correntina en el plantel, Schweizer opinó: “Rescatamos algunos jugadores importantes como este chico (Horacio) Armoa, que por ahí no es muy conocido en el básquetbol de Corrientes pero que trabajó a consciencia, mejoró su físico y entendió lo que fue pasar a jugar en un torneo tan competitivo. Y fíjate que en San Vicente, que afrontamos el playoffs con ocho jugadores mayores nomás porque uno se bajó a último momento por cuestiones particulares, terminamos extrañándolo a Armoa, quien tiene 18 años y todavía ocupa ficha de juvenil en este plantel. Por eso, para la próxima temporada, junto a Denis Gómez es una de las prioridades para poder mantenerlos”.
Para cerrar, el entrenador esquinense sostuvo: “Haberle dado lugar a los chicos correntinos, que pudieron haber sido más porque por ejemplo un par de chicos en Esquina se perdieron esta posibilidad porque quisieron ganar más dinero del que se le podía pagar y otros por cuestiones laborales, como el caso de Sebastián Benítez, que es un muy buen base y estoy convencido que podía andar muy bien y no nos pudo acompañar en el proyecto por cuestiones laborales. También había un chico Piaccentini de Goya que lo queríamos y por cuestiones de estudio, que uno las valora de hecho, tampoco se pudo sumar”.